La reconstrucción de la comunicación en pareja después de una infidelidad es un proceso difícil, pero no imposible. El hecho de superar uno de estos escenarios es sumamente complejo, no vamos a mentir al respecto, ya que se requiere de tiempo, paciencia y, sobre todo, compromiso de ambas partes. En el caso de que la pareja haya decidido seguir adelante a pesar de haberse visto afectada la confianza, la comunicación es el elemento clave en el que hay que centrarse para la reconstrucción de la relación. Sin una comunicación abierta y sincera, es difícil restablecer el vínculo emocional, algo necesario para regenerar un ambiente seguro para ambos.
Uno de los errores que muchas parejas cometen es pensar que al hablar sobre lo sucedido es sinónimo de revivir el dolor constantemente, sin embargo, el espacio para la expresión debe tener como objetivo el encontrar un espacio seguro donde ambos puedan expresar sus emociones sin miedo al juicio o la agresión. Un consejo útil es el establecer límites en dichas conversaciones, ya que esto evita discusiones destructivas que solo generan más distanciamiento. Otros factores clave pueden ser la escucha activa y la empatía, ya que durante el proceso es necesario mantener una postura receptiva para poder seguir adelante.

Cada pareja es diferente y la manera de abordar la infidelidad varía según las circunstancias. Sin embargo, hay estrategias que pueden ayudar a fortalecer la comunicación y permitir que la relación evolucione con una base mucho más sólida. En este artículo, vamos a compartir cómo fortalecer la comunicación en pareja tras una infidelidad, sugiriendo algunas estrategias y conceptos efectivos para lograr este propósito.
Fomentar la transparencia sin caer en la sobre-explicación
En la mayoría de los casos, uno de los aspectos más difíciles después de una infidelidad, es recuperar la confianza. Este proceso debe iniciar con un voluntad de transparencia, pues esto es fundamental para demostrar el arrepentimiento genuino de quien ha fallado. Sin embargo, ser transparentes no significa caer en la necesidad de dar explicaciones constantes, sino más bien lo que se debe hacer es encontrar un balance sano. Para ello se debe emplear un diálogo, el cual debe ser abierto y sincero, que permita que la pareja exprese sus inseguridades sin miedo a generar conflictos.
Para reducir la ansiedad e incluso para prevenir malentendidos, se hace necesario que se establezcan acuerdos claros sobre cómo manejar ciertas situaciones. Por ejemplo, compartir planes con anticipación o tener conversaciones constantes sobre el estado de la relación pueden contribuir a reconstruir la confianza. Un buen consejo es comunicar emociones con sinceridad, en lugar de solo lanzar acusaciones destructivas. Algunas frases como «No confío en ti porque me mentiste», se pueden cambiar por «Me siento inseguro/a cuando no tengo claridad sobre ciertas cosas, ¿podríamos hablar al respecto?», ya que esto fomenta el entendimiento en lugar de la confrontación.
Practicar la escucha activa y la empatía
La comunicación efectiva no solo se basa en hablar, sino también en saber escuchar. En este sentido, lo más beneficioso para la pareja es practicar la escucha activa, lo que implica prestar atención a lo que cada uno dice, validar sus sentimientos, no interrumpir y sobre todo, responder de manera constructiva. Una estrategia útil es repetir con otras palabras lo que la pareja ha expresado para asegurarse de que se ha entendido correctamente. Por ejemplo: «Lo que entiendo es que te sientes herido/a porque sentiste que no te valoraba lo suficiente».
La necesidad de justificarse es la principal razón por la que muchas parejas no logran alcanzar el punto de empatía necesario para reparar una relación, pues uno de los individuos se siente incomprendido. Un consejo útil es ponerse en el lugar del otro, pues esto permite comprender mejor sus emociones y necesidades. Sin embargo, hay que aclarar que la empatía nunca debe justificar la infidelidad, sino más bien reconocer el impacto emocional que ha tenido en ambos y encontrar formas de sanar juntos.
Establecer espacios seguros para la comunicación
La elección del momento adecuado para hablar en pareja sobre temas delicados puede hacer una gran diferencia en los resultados en esta fase del proceso de recuperación de confianza tras una infidelidad. El ambiente adecuado se puede dar cuando ambos estén tranquilos y dispuestos a dialogar sin acumular tensión pasada. Por otro lado, la creación de rutinas de comunicación también puede ser beneficioso, pues al tener un espacio para hablar sobre la relación, expresar emociones y reforzar aspectos positivos puede ayudar directamente a mantener un vínculo saludable.
El enfoque en los aspectos negativos puede dañar el proceso de recuperación de confianza, por lo que es mejor resaltar los avances y las cosas que están funcionando bien en la pareja. En el caso de que la comunicación se torne complicada, lo más recomendable es buscar ayuda profesional, ya que un terapeuta de pareja puede proporcionar muchas más herramientas y estrategias para mejorar el diálogo e incluso abordar los conflictos de manera constructiva.
Fomentar nuevas experiencias compartidas
Una vez que la comunicación sea más transparente, constructiva y constante, se puede dar paso a la generación de nuevas experiencias que fortalezcan el vínculo con la pareja. La planificación de nuevas actividades compartidas ayuda directamente a reducir la tensión e incluso a recordar los motivos por los que la pareja sigue luchando por la relación. Estas actividades pueden ser variadas y no necesariamente deben ser complicadas, pueden ser algo tan simple como ver una nueva serie, cocinar un platillo juntos, practicar un deporte en conjunto o, si existe la posibilidad, viajar a un lugar especial. Cualquier actividad que genere momentos positivos puede contribuir a la reconstrucción del vínculo.
El lenguaje corporal es otro factor que se debe tener en cuenta a la hora de fortalecer la comunicación en pareja tras una infidelidad. Los gestos, el contacto físico y la expresión facial pueden transmitir tanto confianza como afecto, aspectos que refuerzan la conexión emocional más allá de las palabras. Con la combinación de pláticas más empáticas que construyen y contacto físico significativo, se puede reconstruir la confianza de pareja a lo largo del tiempo.